La colección de joyas está compuesta de colgante, anillo, brazalete y gemelos huecos de cada uno de ellos.
 
Esta dirigido a un público masculino que ha sufrido una perdida, como es el caso de los divorcios y quieren darse un regalo o dedicarse algo para sí mismos después de unos momentos difíciles. Es en sí un símbolo de abertura y cambio, donde se escapan unas cosas y permite la entrada de otras nuevas.
 
Tienen la característica de presentar un diseño calado en la superficie de las joyas, inspirada en las fracturas de los materiales geológicos, la forma de separación más natural que hay. Presentan  a su vez un acabado texturizado en la superficie de cada unas de ellas, un texturizado fruto de una historia vivida de esa separación que le ha servido para constituirla de una forma constructiva y positiva.
 
Se ha utilizado como inspiración temas como las grietas, definida como una abertura larga y estrecha producto de la separación y enfocada como una metáfora en la relación de pareja. La grieta no será solo una herida sino también una puerta abierta a algo nuevo que debemos descubrir.
 
La finalidad era realizar una metáfora con la situación del portador en el que esta experimentado un cambio natural en donde no se puede demostrar una efusividad con el colorido o una oscuridad, pudiendo optar a un acabo neutro siendo la opción preferible la plata. 
Se ha escogido la plata debido al público masculino al que va dirigido, ya que este prefiere evitar los colores cálidos o llamativos, además la plata tiene la característica de oxidarse y cambiar punto de interés debido al mensaje que queremos transmitir.
 
Presentan una gran ergonomía gracias a los diseños redondeados de las joyas y a la pérdida de peso de las piezas al ahuecarlas y permitir una gran diferencia en su portabilidad y hacerlas mucho más ligeras. 
 
La principal función de esta colección es realizarse una conmemoración a sí mismo.